domingo, 9 de agosto de 2009

Belfast. Domingo. Siete de la mañana. Sol de justicia.



Bueno, lo del sol no tanto. Las calles, lógicamente, desiertas. Con el coche recorremos todo el centro varias veces, a velocidad de paseo. Nos detenemos en el edifio más significativo, el Ayuntamiento de estilo eduardiano. Y aquí vemos que en realidad no somos los únicos pobladores del lugar. A las 9 arranca una loca carrera de 80 kilómetros corriendo, nadando, pedaleando, en kayak, escalando. El recorrido lo empezaban a repartir ahora, así que algunos equipos (de tres personas cada uno) estaban mapa en mano planificando la estrategia, puesto que era una sorpresa total para todos...

Por desgracia todos hemos oído hablar de esta ciudad por acontecimientos violentos. Parece que en los últimos años las cosas están un poco más calmadas, al menos en la superficie. Sin embargo, las pintadas, las banderas, recuerdan el conflicto latente entre católicos y protestantes, repartidos casi de forma milimétrica en cuanto a número en esta ciudad. La profusión de iglesias de una y otra "parte" es también significativa.

A las 8 asistimos a la Eucaristía en St Patrick, que habíamos confirmado por email semanas antes como la más temprana de la ciudad. Curiosa la masiva, casi exclusiva presencia masculina.



Tenemos un poco de tiempo para acercarnos al Río Lagan, arteria mercantil de la ciudad. Aprendemos el origen del nombre Belfast = Béal Feirste = Vado arenoso en la desembocadura del río Feirste. Este río pasa ahora canalizado bajo High Street.





En otra ocasión podremos profundizar un poco más, ahora tenemos que irnos. Parece interesante el "Titanic Trail" a través del "Titanic Quarter" para acabar en los "Titanic Quays". Por cierto, que tenemos que averiguar un día de estos dónde se construiría el Titanic ese...

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