martes, 25 de agosto de 2009

Vik



Hacemos noche en Vik, en un hotel Edda. Esta cadena es estatal, y la mayoría de sus establecimientos abre sólo en verano. Porque es cuando vienen los visitantes y porque el resto del año los hoteles son… institutos. Como la dispersión de la población es enorme en pequeñas granjas aisladas, todos tienen una residencia que en esta época es el alojamiento de los viajeros que circunvalan la isla.



Vik es la mayor población del sur, pero no debe pasar de los 300 habitantes. Teniendo en cuenta que la mayor población lejos de la capital tiene 15.000 habitantes, el resto es fácilmente imaginable.



Una característica fascinante de Vik es su carácter efímero. En cualquier momento, en el sentido estricto de la expresión, el gran volcán Katla entrará en erupción y la población desaparecerá sin dejar rastro. El Katla ha explotado dos veces cada siglo de forma regular desde que se tienen registros. La última erupción fue en 1918…



Subimos a la montaña que se cierne sobre Vik hacia el oeste, por un camino de cabras de inclinación preocupante, gracias a lo cual pudimos entrenar las capacidades (que no parecen tampoco como para tirar cohetes) de nuestro 4x4. Las vistas de todos modos merecieron la pena, aunque no vimos frailecillos, que era lo que íbamos buscando. Ya pondremos una foto cuando los “cacemos”, porque no pensamos irnos de aquí hasta que los veamos…

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