jueves, 13 de agosto de 2009

New Lanark, Patrimonio de la Humanidad. La visión de Robert Owen



Desde finales del siglo XVIII se produjo en Gran Bretaña una conjunción de situaciones económicas, técnicas, científicas, demográficas y políticas que dieron como resultado la eclosión de lo que conocemos como Revolución Industrial. Desde esa época parece que la Historia se ha acelerado, y los cambios tecnológicos en tan sólo una decena de generaciones han creado un mundo muy diferente al de los milenios anteriores.

Por ello, Gran Bretaña es un buen lugar para conocer el gérmen de estos acontecimientos. Una de las visiones más comunmente presentes es la de las adversas condiciones de trabajo de los millones de obreros que acudieron a las fábricas de los grandes núcleos industriales. En efecto, en la mayoría de los casos las jornadas sin fin, la ausencia de cualqueir tipo de higiene o seguridad en el trabajo y el escaso salario dejaban a los trabajadores en una situación de esclavitud "encubierta".

Sin embargo hubo intentos notables por parte de algunos industriales de cambiar un tanto el sentido de las cosas. Uno de los más notables es el caso de Robert Owen, y de su gran industría de algodón en New Lanark.

Encajado en el valle del Clyde, New Lanark es una pequeña ciudad creada íntegramente como industria del algodón, aprovechando la fuerza del río para el movimiento de los molinos y la generación de energía. Más de 2.500 personas vivían y trabajaban aquí. No era una vida fácil. A las 5:30 sonaba la campana en el pueblo. A las 6:00 comenzaba el trabajo. De 9:00 a 10:00 se regresaba a casa para desayunar. Vuelta al trabajo hasta las 14:00. A las 15:00 otra vez, hasta las 18:30. Diez horas y media, seis días a la semana. Sólo dos días de vacaciones al año.

Y sin embargo, New Lanark era diferente. Robert Owen creía en la necesidad de la educación de todos los niños, por lo que aquí se creó la primera guardería conocida en la época moderna. Los niños iban a la escuela hasta los diez años, y recibían una educación muy completa, incluyendo Historia, Arte y con una base musical muy fuerte.



También existía un seguro para los enfermos y los más ancianos que no podían trabajar. La asistencia médica era gratuíta. Los alquileres de las espartanas viviendas eran muy bajos, casi testimoniales. El entorno estaba cuidado al máximo, con grandes jardines y bosques. Las tiendas se establecían con precios ajustados. Es el germen del cooperativismo. Robert Owen era una "capitalista" al uso, preocupado por el beneficio de su industria, estricto en el cumplimiento de las obligaciones, pero a la vez convencido de la necesidad de crear unas condiciones de dignidad y educación para todas las personas. A nuestros ojos nos puede parecer una vida muy dura, y realmente lo era, pero desde luego mucho mejor que la de la inmensa mayoría de las fábricas que tapizaban las orillas del Mersey en Inglaterra o del Clyde en Escocia.

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