martes, 18 de agosto de 2009

El gran Glen



Es decir, el gran valle estrecho. Mirando el mapa se aprecia una diagonal que parte en dos las tierras altas, desde Inverness hasta Fort William. Es una falla que marca la división de dos subplacas y que está rellena en su mayor parte por dos grandes y alargados lagos, y algunos más pequeños. El lago (loch) Ness es uno de ellos.



El lago Ness debe estar en la lista de los diez lugares del mundo más famosos. Y todo gracias a un monstruo gigantesco de tiempos remotos que casi nadie ha visto… Hay referencias al bicho desde época medieval, pero es en el siglo XIX cuando se reaviva el fenómeno. Nos hemos fijado con detenimiento, pero tal vez porque había unas olas considerables, hoy Nessie ha decidido quedarse en el fondo. Monstruos aparte, el Ness es un hermoso lago, estrecho pero de una gran profundidad.



Puesto que el tramo del gran Glen fuera de los dos lagos no es muy grande, se decidió construir el canal de Caledonia para unir los dos mares a través de esta ruta, ya que la navegación por el norte era enormemente peligrosa. Las esclusas de la “escalera de Neptuno” que salvan la diferencia de altura son hoy sin embargo una atracción turística, ya que los grandes barcos modernos no tienen cabida en estas estrecheces.



Al final del valle, Fort William marca el inicio del camino a las islas Hébridas a la sombra del Ben Nevis, techo de Gran Bretaña.

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