miércoles, 12 de agosto de 2009

Edinburgh. Old Town. Royal Mile



La Ciudad Vieja, como indica su nombre, es el origen de la ciudad. Crece alrededor del castillo, y se va extendiendo en la única dirección posible dado lo abrupto del terreno. Bueno, también crece "hacia arriba", por la misma razón, creándose verdaderos "rascacielos medievales" de hasta doce alturas.

El eje que parte de la esplanada del castillo hacie el este conforma la Royal Mile, es decir, la milla real (1 milla = 1,6 kilómetros). Aunque es su nombre más conocido, la larga y pendiente calle no se llama así, ya que en realidad va tomando cuatro nombres según avanza.

En el origen está el castillo, y la calle se denomina Castlehill (colina del castillo). El castillo de Edinburgo es el lugar más visitado de Escocia. Ha sido escenario de infinadad de acontecimientos relevantes en la historia del país. Alberga las joyas de la corona de Escocia, que ostenta desde la unificación de las coronas inglesa y escocesa en 1603, cuando Jacobo VI, rey de Escocia, hereda el trono inglés.

En la esplanada se celebra durante el mes de Agosto el Military Tatoo, una serie de espectáculos de grandes bandas militares escocesas y de otras unidades con ascendiente escocés.



La espigada torre de la iglesia de St John marca en final de este primer tramo. En la actualidad es sede principal de la organización del Festival de Edinburgo, evento que junto con el paralelo festival "popular" Fringe abarrota las calles de la ciudad durante el verano.



La siguiente denominación de la calle es Lawnmarket (mercado del lino). Al poco pasa a llamarse High Street; en esta zona se levanta la catedral de St Giles. No es una catedral a día de hoy, puesto que pertenece a la Iglesia de Escocia. La Iglesia de Escocia es presbiteriana, es decir, gobernada esencialmente por el conjunto de los presbíteros, y por ello carente de obispos. Y sin obispos, no hay cátedras ni catedrales. Lo fue sin embrago en breves periodos del siglo XVII, y aunque muy renovada desde entonces, el interior aún conserva restos de su fundación. Sus vidrieras de la época victoriana y posteriores son magníficas.



A pocos metros, un corazón trazado con los adoquines de la calle marca el punto de entrada a la antigua cárcel. Por lo visto los reos tenían como costumbre escupir en este lugar, y ahora la tradición continúa, ya que según parece este gesto atrae la buena suerte...



Un poco más adelante nos encontramos con la casa de John Knox, construída en siglo XV. John Knox fue la principal figura de la Reforma en Escocia, aunque ya hablaremos un poco más de él en otro momento.



Por último, entramos en Canongate, cuyo nombre evoca lo que en su tiempo era un espacio segregado de la ciudad, bajo el control de los canónigos de la abadía de Holyrood.

El nuevo Parlamento de Escocia, reconcocido nuevamente hace diez años tras siglos de desaparición tras su unificación con el inglés, contrasta grandemente por su diseño vanguardista, obra del español Enric Miralles (quien murió antes de verlo terminado). El Parlamento simboliza el auge del movimiento independentista escocés, con el Partido Nacionalista de Escocia a la cabeza. Las competencias reales sin embargo, son bastante menos concretas que las de La Rioja, por poner un ejemplo...



La abadía ocupa la posición final de la Royal Mile, aunque lo que realmente sobresale es el Palacio de Holyrood, residencia oficial de la Reina en Escocia, y que ocupa unas semanas en verano (aunque en realidad suele estar en el castillo de Balmoral, al otro lado de la bahía del Forth).

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