domingo, 9 de agosto de 2009

Una noche en alta mar



Nuestra segunda noche de viaje transcurre en el Mar de Irlanda. En el ferry que nos lleva de Liverpool a Belfast, capital de Irlanda del Norte. En este camarote nos apretamos los cuatro, y aunque escaso, el espacio no es desde luego el principal problema.

Lo cierto es que hemos dormido más bien poco y más bien mal. Verano, ni una nube en el horizonte, en Liverpool ni una brizna de aire, y eso que se supone que arrecia continuamente el viento. Pues hay que ver cómo se movía el barquito... Esto es para repetirlo en Febrero con tempestad...

Lo cierto es que el horario tampoco ayudaba. Embarcamos a las 20:30 para salir a las 22:30. Por cierto, los coches en la cubierta más alta. La rampita para subir por el interior del barco no tenía precio... A las 22:15 todo el pasaje menos nosotros había cenado (más de doscientas personas). Averiguamos porque. Aún estamos buscando varios cubiertos por el suelo. En cuanto arrancó el barco, aquello se complicó demasiado.



Y quizá lo más entrañable. Aunque la llegada estaba programada para las 6:30, a las 5:15 una voz chirriante grito por cada altavoz de cada camarote que era un buen momento para ir abandonando las habitaciones.

Ah, se nos olvidaba, un bonito detalle para cubrir las escasas horas intermedias. Como pasamos muy cerca de la Isla de Man, nuestros móviles nos avisaron en bastantes ocasiones de la bienvenida de las exóticas operadoras locales...

Pero bueno, que lo contamos así para darle un poco de vidilla, que ha sido divertido!!! A las 6:00 la isla de Irlanda nos saludaba con todo el Domingo por delante...

1 comentario:

  1. Vuestro relato hacer ver que ciertamente ha sido divertido... cubiertos por el suelo, "dulces" voces para despertar... je,je...

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