martes, 25 de agosto de 2009

Dimmuborgir



Cerca de las orillas del lago, esta zona es una acumulación de restos de lava de caprichosas formas, que al modo de la Ciudad Encantada de Cuenca reciben nombres más o menos afortunados según el parecido de las rocas. La más celebrada es la que lleva el nombre de la Iglesia, con un arco muy bien definido.
Estas figuras se originaron al emerger depósitos de agua atrapados bajo la lava por conductos verticales, enfriando la lava circundante. El resto fue arrastrándose hacia el lago, dejando tras de sí estos pináculos que la erosión a terminado de modelar.






Desde este lugar se tienen unas magníficas vistas de todo el lago, y en particular del gran cono de escoria y cenizas de Hverfell, formado en una erupción de hace 2500 años.



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