viernes, 21 de agosto de 2009

Hemos llegado a Islandia



Se me agota la batería, y la del portátil también... Faltan un montón de cosas por Inglaterra de estos dos últimos días, pero en otro momento será...

La cuestión es que hoy dormimos en Reykjavik. Islandia nos ha recibido con un sol radiante todo el día, aunque con unos ocho grados... Nada más llegar se nota la diferencia: qué tranquilidad de país, sobre todo llegando del enjambre que es Inglaterra. Un cielo lipísimo y unas vistas desde el avión a los enormes glaciares de impresión. Ya hemos comprado nuestra primera bolsa de pescado seco, a modo de patatas fritas (para el viaje de mañana, aún no lo hemos probado...). El agua del grifo es estupenda y no huele a huevos podridos, como hemos leído por todas partes (bueno, en algún sitio sí, pero no en todos...). Aquí son dos horas menos que en España, y eso hace que anochezca medianamente pronto en esta época. A las once de aquí (una en España), se puede decir que es de noche. Pero a las cuatro y media amanece mañana...

A partir de ahora cambiamos de sede cada día, rodeando la isla. Cuando tengamos un momento y conexión, trataremos de ponernos al día...

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