Capital de las Highlands, ciudad de rápido crecimiento, tiene algo de ciudad de frontera. Sus centros comerciales abastecen a una gran extensión territorial de pueblos aislados durante gran parte del año y en verano congrega un gran número de turistas que la eligen como base de operaciones y refugio para los días de lluvia extrema (frente al resto de días, que son los de lluvia intensa).
El castillo, reconstruido en estilo baronial se encuentra más o menos donde se supone se hallaba el de Macbeth. Aunque Shakespeare no vino nunca por aquí, los personajes son reales y pueden seguirse sus rastros en diversos castillos de la región.
El río Ness, muy corto puesto que sólo discurre como aliviadero del lago Ness, a una decena de kilómetros de distancia desemboca a la salida de la ciudad en el Mar del Norte. El río marca la estampa de la ciudad, con los templos neogóticos de la Iglesia de Escocia, la Iglesia Libre de Escocia, la Iglesia Libre de Escocia ZZZ o la Iglesia Católica Romana en sus orillas.
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